A Xavier Villaurrutia
La muerte
toma la forma
de la plaza
que nos contiene
Es fría,
ortogonal, vertical e impávida
en las ventanas
de la oficina
es antigua
y pétrea
en las ruinas
prehispánicas
impía
en las cúpulas
de la iglesia
Todos
sabemos que la muerte
adopta cien
formas
en cada rincón
de la plaza
y que la
muerte
es el
silencio de muchos años
de hipócrita
complicidad
que hoy se
disfraza
de hipócrita
condena
La muerte
germina entre las rocas
irrigada de
gritos
la muerte
es la trampa
en que
todos
caemos
muertos
La muerte
nos interroga
y nos va arrastrando
jalando
hilos
arrancándonos
el esqueleto
el blando esternón,
las elusivas costillas
la sonrisa descarnada
y los huesecillos de la
mano
La muerte
pregunta por nosotros
en nuestra
almohada
adopta la
forma
que la
razón le impone
y a veces
es húmeda,
negra
blanda
sangrienta
voraz
absurda
gran boca
nocturna
que devora
flores de
nuestra carne
y respira
asombrados
perfumes
de nuestra
descomposición.
Come,
muerte
aliméntate
de nuestra muerte
escóndenos
en tu manto
archívanos
hasta el próximo sexenio.